jueves, 28 de mayo de 2009

Contaminación lumínica y biodiversidad

He tomado de este foro http://iluminaciondeciudadesylocales.blogspot.com/2009/04/la-contaminacion-luminica.html  la idea de comprobar cómo afecta la contaminación lumínica en las ciudades a la conservación de la biodiversidad aportando así un nuevo punto de vista que creo de provecho en ambos temas. He encontrado un artículo que espero que sirva para concienciarnos aún más de cómo mejorar nuestras vías públicas. Sé que es un poco largo, pero creo que merece la pena.

La vida en la noche

La mayor parte de animales viven principalmente en la noche. La actividad biológica en pleno sol es mínima comparada con la que podemos encontrar desde el crepúsculo hasta la albada. A cada momento encontramos un espectro de vida diferente.

Los insectos, por ser los animales más numerosos, presentan más ejemplos de esta especialización. La mayoría de los lepidópteros, más del 90%, son especies de costumbres nocturnas, si bien algunas pueden volar también a la luz del sol. Generalmente de estas únicamente es el macho el que es también diurno.

Los insectos encontraron en la oscuridad su cobijo. Muchos tienen poca vista y mucha sensibilidad al olor. Conocido es que la atracción sexual, un de los dos principales motores de la vida, juntamente con la comida, se fundamenta principalmente por el olor. Así la oscuridad no era ningún impedimento para que ambos sexos se encontrasen.

El olor de la comida es, en la mayoría de seres vivos, la principal forma de detectarlo. En la noche muchas flores hacen mejor y más fuerte olor para atraer a los insectos polinizadores y así intercambiar servicios.

Pero no sólo los insectos, también muchos depredadores (ej. Murciélagos), artrópodos (escarabajos depredadores de la familia carabus), etc están adaptados a la vida nocturna y han desarrollado sus propios mecanismos que sólo son útiles en ese entorno, o son más útiles que durante el día.

La Contaminación Lumínica como distorsionador de los procesos biológicos naturales

Hasta ahora hemos intentado poner de manifiesto el cómo se desarrolla la vida en una espacio natural, el que el Dr. Ramon Margalef llama espacios no manipulados, respecto a la noche y al día.

Hoy, y desde hace poco más de veinte años, en un afán de mejora en la seguridad y bienestar de las poblaciones humanas, estamos incidiendo en los procesos naturales incluso mucho más allá de las zonas urbanas, que es donde se necesita, y que, desgraciadamente, han dejado de ser naturales, según el Dr. Ramon Margalef medio manipulado, y esto, desde el punto de vista ecológico, es catastrófico.

La potencia, la capacidad de emisión lumínica de las actuales instalaciones es muy superior de lo que la naturaleza puede soportar. El derroche energético es también considerable. Y esto tampoco es soportable ni aceptable bajo los más modernos conceptos de sostenibilidad.

Si tenemos en cuenta todo lo antes mencionado, podemos deducir fácilmente que unos depredadores que se amparaban en un mundo de penumbras con un sistema de sonar, los murciélagos, y que el atacado no los viese, ya no lo tienen tan fácil pues estos últimos pueden ver el ataque con suficiente antelación.

También pasa que muchos insectos son lucífugos y otros lucípetos. En muchas especies es el macho el que es atraído a la luz y, por contra, la hembra no. En este caso no es muy difícil demostrar que la reproducción no será posible. Otra distorsión es provocada al reunirse estos machos lucípetos en determinados lugares. Esta concentración es contraproducente ya que los depredadores, al encontrar más alimento del habitual, falsean los parámetros, aumenta el nombre de individuos creando superpoblaciones al desequilibrarse la especie.

En muchas especies en que los machos se trasladan muchos kilómetros, atraídos por el olor de una hembra, se encuentran a menudo zonas muy iluminadas que le son una barrera, ya que se quedan deslumbrados y molestados en su acción reproductora.

Las luces públicas con lámparas de mercurio son especialmente agresivas a una gran mayoría de insectos.

Los insectos, especialmente los nocturnos, son más sensibles a la radiación azul, de una longitud de onda por debajo de los 400 mm. Según estudios recientes algunos noctuidos ven únicamente entre los 550 mm y los 360 mm. Las lámparas de vapor de mercurio son por eso más agresivas, su radiación emite ondas por debajo de los 300 mm., que las de radiación más roja, por encima de los 600 mm, una luz no visible para la mayoría de especies de insectos nocturnos. Para la gran mayoría de insectos una iluminación por sobre de esta cifra es prácticamente como si fuera de noche.

La utilización de demasiada luz pero, sea la radiación que sea, afecta a otros grupos de animales: reptiles, anfibios, aves y mamíferos para los cuales si que son visibles estas longitudes de onda. Muchas veces creando, y algunas veces temporalmente, superpoblaciones, por una gran concentración de alimento, en unos lugares donde quizás no tendrán medio de subsistencia, en otros estadios de su vida. En otros casos el efecto será inverso al no poder esconderse en la oscuridad las especies así adaptadas que necesitan de esta para no ser vistas.

Podemos estar seguros que con una iluminación mal diseñada o con poco respeto por la Biodiversidad estamos dañando un patrimonio que es de vital importancia para nuestra supervivencia como animales que somos.

Conclusión

Una correcta iluminación no tiene que estar en contra de la protección de la Biodiversidad. No es necesario. Como en otros asuntos siempre podemos encontrar el punto de inflexión en el cual todo sea posible. En un correcto equilibrio. Naturalmente todo este equilibrio es contrariado por la excesiva o inadecuada iluminación.

Evidentemente cualquier tipo de iluminación puede afectar de muy diferente manera según el lugar donde está instalada. No es lo mismo un espacio cerrado y con luz dirigida principalmente hacia abajo y a los lados que en un lugar abierto y con el terreno llano. También su incidencia puede ser diferente según la época del año. Cuando estamos considerando seres vivos y que muchos tienen una evolución anual con muchos estadios diferentes podemos averiguar que sus efectos podrán ser también diversos.

En definitiva podemos afirmar que cualquier iluminación que alcance más allá de lo que se necesita es, además de una malversación de recursos, un atentado a la biodiversidad ya muy damnificada en un país tan habitado como el nuestro.

También, a pesar de que parezca contrario a la razón, un mayor número de especies de insectos no se traduce por más plagas, sino todo lo contrario. Un mayor número de especies, más adecuada a la diversidad biológica del hábitat, permite que ese lugar esté más equilibrado y por lo tanto con menos posibilidades de desequilibrios poblacionales. Una plaga no es sino una especie desequilibrada. Un correcto equilibro de la naturaleza es la mejor situación para evitar plagas.

Fuente: http://www.um.es/eubacteria/Biodiversidad.pdf (al final de este documento se incluyen algunas recomendaciones para tener una mejor iluminación nocturna para todos)

5 comentarios:

  1. Hola!!
    La verdad que poco se puede comentar porque la informacion esta muy bien detallada.
    Buscando por la we he encontrado 5 animales que yo no sabia que eran nocturnos y me ha sorprendido. Estos animales son: el hamster, el margay (felino pequeño con manchas), la mofeta, el zorro rojo y el leopardo blanco. En el siguiente link se puede ver la informacion (aunq esta en ingles):

    http://webecoist.com/2009/01/16/nocturnal-animals/

    Un saludo.

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  2. El post es interesantisimo, a parte de que la documentación es muy buena.
    He estado buscando algunos animales nocturos, y también animales de compañía que lo sean.

    He encontrado una página en la que podeis saber un poquillo más de cuales son estos.
    Aqui os deje el enlace.
    http://es.wordpress.com/tag/animales-de-compania/

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  3. Muy interesante!! Había un montón de cosas que no sabía o por lo menos no me daba cuenta de ellas.

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  4. En mi blog de esta asignatura también he hablado sobre la contaminación lumínica, pero no había encontrado información concreta sobre los efectos sobre los seres vivos, así que me ha parecido muy interesante este post. Es curioso ver la cantidad de animales nocturnos que existe.

    Un saludo.

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  5. Hola mi nombre es Cecilia, trabajo en la Editorial Santillana, y estaríamos necesitando su dirección de e-mail para poder contactarnos.
    Saludos Cordiales

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